Hoy va de pan. Aunque últimamente hago menos pan, lo tengo al pobre un poco más abandonado, de vez en cuando si me cuadran las cosas para hacer alguno. Ya conté por aquí que había vuelto a revivir mi masa madre (aunque ahora ha vuelto a dormir un poco en la nevera...) pero este pan es con levadura fresca. A veces me cuadra mejor hacer pan con levadura, que no me requiere planificar con antelación casi nada. Me pongo con ello, lo amaso, lo dejo levar y lo horneo en la misma tarde y tengo pan casi caliente para la cena. Me es muy cómodo y en este momento, con Norita en casa desde hace 2 meses, es lo que me pide el cuerpo. Ya me pondré con la masa madre en cuanto me organice un poco mejor.
Tenia ganas de un buen pan para tostar por las mañanas. Los desayunos en casa son siempre o casi siempre a base de pan, y con la producción parada como estaba últimamente habíamos recurrido demasiado a panes comprados que no nos convencían, te dejan un poco con ganas de más, de mayor sabor y de mucha mejor textura. Y el pan de molde comercial ya es otro mundo, ¿por qué es tan blanducho? Me da un poco de cosita... Así que recordé que había leído sobre panes con patata, que al llevar un extra de almidón (azúcares) tuestan muy bien dejando el interior jugoso. Lógicamente había que probarlo, así que me puse manos a la obra. ¡Y nos ha gustado mucho el resultado! La idea, como siempre, sale del Foro del Pan (¡qué sito, cuánto saber!)