jueves, 30 de mayo de 2013

Ensalada del Soho ;)

Tras una semanita de viaje en Nueva York, comiendo todo tipo de comida al autentico estilo americano, hemos vuelto deseando recuperar nuestra alimentación mediterránea. Pero eso si, en Nueva York hay que decir que puedes encontrar sitios estupendos para comer, que para nada es todo comida basura. 
Y entre ellos nosotros dimos con uno en el Soho, como por casualidad huyendo de la lluvia, en el que nos comimos una ensalada deliciosa de quinoa con frijoles. ¿Y que hemos hecho? Pues intentar reproducirla en nuestra primera cena en Madrid. La verdad es que queda sencillamente espectacular. 
Ensalada del SoHo con quinoa, aguacate y frijoles

viernes, 3 de mayo de 2013

Empanada de pollo y setas shiitake, fusión galaico-asiática ;)

Ahhh, el mundo de la empanada, qué extenso y lleno de opciones... En realidad si te paras a pensarlo, cualquier cosa que metas entre dos piezas de masa de pan estiradas y hornees es una empanada, ¿no? Así, con esa definición tan amplia es lógica que tengamos miles de opciones para ponernos a ello.
Empanada gallega casera de pollo y shiitake

Para mi las empanadas son algo bastante especial. Tengo familia gallega. Con eso basta, ¿no? ;-) Mi madre era gallega, así como lo son sus hermanas y por supuesto sus padres, mis abuelos. Y mi abuela era una gran cocinera, casera, excelente. Todo el mundo ha alabado siempre sus creaciones, y las empanadas eran una de las más nombradas y recordadas. Eran empanadas de otro estilo al que estamos acostumbrados hoy día (con tanta masa prefabricada y demás), eran gruesas, fácilmente tendrían 5 o 6 centímetros de altura, y su base y tapa no eran finitas, sino unos buenos pedazos de masa. Sin embargo, esto que parece tan poco alentador, era increíblemente delicioso. Jugoso, crujiente en la base gracias al aceite del relleno y contundente. Nada de tonterías :) Los rellenos eran muy los clásicos de la empanada gallega: mejillones, berberechos, xoubas (sardinillas pequeñas con su espina y todo)... siempre o casi siempre productos del mar, ya que viviendo en la misma playa que vamos a comer... Una pasada.